Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.
Piedra preciosa de color verde, compuesta de silicato de alúmina y glucina.
Conocida desde tiempos remotos, y mucho antes que otras gemas tales como el zafiro o el diamante. Se le atribuyeron en distintas culturas notables cualidades terapéuticas, como la de curar la disentería y las mordeduras de serpiente o facilitar el parto.
En el esoterismo moderno se cree que la esmeralda actúa sobre el chakra cardíaco.
Participa con carácter general en el símbolo del color verde.
Los habitantes de Mesoamérica la vinculaban con la sangre (entre ellos, tanto al verde como al rojo representaban las fuerza vital), la lluvia y la Luna.
En Europa la esmeralda guarda relación, siempre por su color verde, con la fecundidad, lo húmedo, la Luna y la primavera.
Fue atributo de Venus para los romanos.
Según el Apocalipsis de Juan la esmeralda figura entre las piedras de la Jerusalén celeste.
En a Edad Media revistió un simbolismo complejo, ante todo, como talismán eficacísimo; aunque ella misma procedía de los infiernos, resultaba muy útil contra los poderes infernales; por ejemplo, con una esmeralda bajo la lengua uno podía invocar a los espíritus maléficos y obligarlos a dialogar.
Una vez consagrada, es decir purificada de sus aspectos negativos, servía para liberar presos, entre otras cosas.
En la simbología de la Iglesia cristiana la esmeralda significa la fuerza, la fe y la inmortalidad.