Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.
La forma más arcaica de la esfinge, que se puede ver en una pequeña habitación del segundo piso del Museo del Cairo, tiene las patas traseras de Tauro (tierra), las delanteras de león (fuego), la barriga en forma de pez (agua) y alas de águila (aire).
Estos cuatro elementos, forman la base, perfectamente regular en el caso de un hombre-dios (faraón o iniciado), que puede encarar el Este cuando ha sufrido la transfiguración de la iniciación en la pirámide y se ha convertido en un faraón con la prerrogativa de encarar al dios SOL cuando sale por el Este... ya que el Padre y él son uno... y el mito sigue vivo a través de los tiempos, y, lo único que cambia es su presentación al pueblo.
Un ser mixto con cuerpo de león y cabeza humana (de rey, menos frecuente e reina debería decirse "el esfinge"), antiquísimo símbolo de la soberanía, entre los egipcios representó por lo general al faraón, otras veces al dios Sol, vistos en ambos casos como potencias protectoras y además invencibles.
Entre los fenicios, los hititas y los asirios tomó figura de león alado o toro alado con cabeza humana.
Entre los griegos si tuvo identificación femenina, ostentaba alas y era un ser enigmático, a veces cruel; ésta es la esfinge a que aludimos en el lenguaje corriente.
En el arte contemporáneo, en particular mientras rigió la moda simbolista de la transición del siglos XIX al XX, se representó la esfinge como símbolo de lo enigmático que tiene la mujer.
Ser fabuloso y enigmático por excelencia que posee un importante simbolismo en distintas mitologías.
En la tradición esotérica, la esfinge de Gizeh incorpora todo un universo de conocimientos ancestrales.
Constituye un símbolo perfecto de los cuatro elementos.