Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.
Lo mismo que alma.
Punto de conciencia o identidad del Yo.
El Ego puede compararse a una piedra preciosa, a un diamante en bruto.
Cuando éste se saca de la tierra está muy lejos de ser hermoso; una costra grosera oculta el esplendor que encierra, y antes de que el diamante pueda convertirse en una gema, debe pulírselo sobre una durísima piedra de esmeril.
Cada aplicación a la piedra de esmeril saca una parte de la costra y modela una faceta a través de la cual entra la luz, refractándose en diferente ángulo por la luz que reflejan las otras facetas.
Así sucede con el Ego. Como diamante en bruto entra en la escuela de la experiencia, su peregrinación a través de la materia, y cada vida es como una aplicación de la gema a la piedra de esmeril.
Cada vida en la escuela de la experiencia arranca una parte de la costra del Ego y admite la luz de la inteligencia a un ángulo nuevo, dando una experiencia diferente, y así como los ángulos de la luz varían en las muchas facetas del diamante, así también, el temperamento o carácter del Ego difiere de cada vida.
Desde la infancia hasta los 14 años, la médula de los huesos no forma todos los corpúsculos sanguíneos. La mayoría de ellos los suministra la glándula thymus, que es mayor en el feto, y gradualmente va disminuyendo conforme se va desarrollando la facultad individual de producir sangre, al crecer el niño.
La glándula thymus contiene, por así decirlo, cierta existencia de corpúsculos proporcionados por los padres, y por consiguiente, el niño que toma la sangre de esa fuente no comprende su individualidad. Hasta que el niño mismo no haga su sangre, no pensará de sí mismo como que es un "yo", pero cuando la glándula thymus desaparece a los 14 años, entonces el sentimiento del "yo" se expresa completamente, pues entonces la sangre es producida y dominada enteramente por el Ego.
Contrariamente a la idea generalmente aceptada, el Ego es bisexual. Si el Ego fuera asexual el cuerpo sería necesariamente asexual también, porque el cuerpo no es más que el símbolo externo del espíritu interno.
El ego dispone de: un cuerpo denso, un cuerpo vital, un cuerpo de deseos y una mente. Estos son sus instrumentos, y de su calidad y estado depende la obra que pueda realizar para adquirir experiencia.