Duodécimo capítulo del Sutra del Loto.
Enseña que tanto las mujeres como los hombres malvados pueden manifestar la Budeidad, algo que, generalmente, habían negado las enseñanzas provisionales; también afirma el principio de «lograr la iluminación tal como se es en el presente» (japonés, sokushin jobutsu), sin tener que completar eones de práctica. En la primera mitad del capítulo, Shakyamuni revela que, en una existencia pasada, él había sido un rey que renunció a su trono en busca de la verdad. Por mil años, sirvió a un ermitaño llamado Ashi, que le enseñó el Sutra del Loto.
Aquel ermitaño, explica, no era otro que el actual Devadatta. Entonces, profetiza que, en un distante futuro, Devadatta logrará la iluminación como un Buda llamado Tenno (Rey Celestial). Devadatta había tratado, en varias oportunidades, de matar al Buda y había fomentado la desunión dentro de la Orden; se dice que, por ello, había caído vivo en el infierno.
La predicción de su futura iluminación indica que incluso el más depravado posee el potencial para convertirse en Buda. En este punto del capítulo « Devadatta», un bodhisattva llamado Chishaku (sánscrito, Prajnakuta) está por retornar a su tierra de origen. Shakyamuni le sugiere permanecer un poco más, para escuchar el discurso del bodhisattva Monju; éste relata que él había predicado el Sutra del Loto en el palacio del Rey Dragón y había convertido a innumerables seres. Chishaku desea saber si alguien que aplique el sutra en la práctica logra rápidamente la Budeidad. Monju responde que la hija de dieciocho años del Rey Dragón logró el estado de no-agresión y fue capaz de adquirir, sin demora, la suprema sabiduría del Buda. Chishaku y Shariputra ponen esto en tela de juicio; Chishaku, basándose en que la Budeidad requiere la práctica de austeridades durante muchos kalpas, y Shariputra, por la misma razón y porque, también, se decía que las mujeres poseías los cinco obstáculos y eran incapaces de manifestar la iluminación.
En ese momento, la hija del Rey Dragón aparece ante ellos. Luego de presentar una joya al buda Sakyamuni, al instante, ella misma se transforma en un varón y, en forma instantánea, completa la práctica del bodhisattva. Adquiere los treinta y dos rasgos de un buda y aparece en un mundo del sur llamado Tierra Sin Impurezas, donde predica el Sutra del Loto a todos los seres de las diez direcciones. Su logro de la Budeidad muestra no sólo que las mujeres pueden manifestar la iluminación, sino que uno puede lograrla tal como es, ya que ella lo hace mientras era dragón.La iluminación de la gente malvada, personificada por Devadatta, y de las mujeres, representada por la hija del Rey Dragón, ilustra desde dos ángulos diferentes la posibilidad universal de la Budeidad, que enseña el sutra. Nichiren Daishonin, en el « Kaimoku Sho», la llama «las dos admoniciones», porque al demostrar el gran beneficio del Sutra del Loto se amonesta a todos los presentes para que abracen y propaguen el Sutra del Loto.
Estas dos admoniciones y los tres pronunciamientos del capítulo precedente, « Hoto», constituyen « las cinco proclamaciones del Buda». En el Myoho-renge-kyo de Kumarajiva, el capítulo «Devadatta» es un capítulo independiente, pero tanto en el Sho-hokke-kyo, de Dharmagupta como en el Tembon-hokke-kyo, de Jnanagupta y Dharmagupta, está incluido como parte del anterior capítulo undécimo.
Así, estas dos versiones del Sutra del Loto tienen, cada una, veintisiete capítulos. El capítulo «Devadatta» también circuló como un sutra independiente, en una versión que se llamó el Sutra Daibadattahon y en otra, el Sutra Satsudon Fundar.
Esta última versión contiene una parte del anterior capítulo «Hoto».
Seikyo Nro. 812 20/02/1997
Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.