Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.
Centros de energía situados en el cuerpo humano de los que fluye la llamada energía psíquica del hombre.
Estos centros o chakras se encuentran entre las cejas, en el pecho, en el corazón, en el ombligo, en los genitales y en la base de la espina dorsal.
El taoismo considera seis chakras, el budismo admite sólo cuatro chakras, mientras que el budismo tibetano habla de seis y en el tantrismo hinduísta se consideran siete chakras como centros de tuerza macrocósmica, cuyos características difieren en función del nivel de conciencia alcanzado gracias al despertar, al dominio de la energía.
Los chakras, voz sánscrita que significa «rueda», son centros de energía inmaterial, cuyo cometido es la transformación, absorción y distribución de la energía universal.
El ser humano dispone de siete chakras: el chakra raíz, que se encuentra en la base de la columna vertebral; el chakra sacro, en la región genital; chakra umbilical, en el plexo solar; chakra del corazón; chakra de la garganta; chakra frontal, que se halla entre las cejas; y por último el chakra de la coronilla, que se encuentra en la parte superior de la cabeza.
Tanto en la tradición esotérica oriental como en la occidental se han desarrollado sistemas para estimular los chakras, lo que conllevaría una mejor salud, en el plano físico, y la iluminación mística, en el plano espiritual.
En las escuelas herméticas modernas se consideran los chakras como cuerpos inmateriales oscilantes, auténticas ruedas a través de las cuales fluye la energía. Cuanto más rápida fluya ésta, más rápidamente girarán esas ruedas.
Si las energías de los chakras giran en el sentido de las agujas del reloj, se está recogiendo energía cósmica para introducirla en el cuerpo. Si el movimiento es en sentido contrario, se introducen energías sutiles en el consciente.