Práctica mágica mediante la cual se despoja de su fuerza a un enemigo.
Tanto en la Antigüedad como en la Edad Media se aplicaba este recurso en relación con la fuerza sexual. Se trataba, por tanto, de hacer impotente a un hombre.
Ya en uno de los escritos rabínicos se atribuye a Cam, hijo de Noé, la invención mágica del anudamiento de cordones.
Esta práctica consistía en utilizar un cordón de lana que se ataba durante la noche en la puerta, o en alguna otra pertenencia, de la persona sobre la que se trataba de actuar.
Existía una protección contra el anudamiento que consistía en el recitado de ciertas oraciones o en llevar dientes de alguna persona muerta.
Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.