Sociedad existente en el siglo XVI en Francia e Italia, que obtendrá su mayor crecimiento en el París del XIX, donde llegará a compartir influencia con los masones.
Tenían como símbolo el carbón, que marcaba sus fines:
"Purificar el aire y alejar de las habitaciones las bestias feroces".
Su ideología era la de luchar contra los absolutismos, tanto de las autoridades civiles como eclesiásticas.
La revuelta de 1820 en París fue atribuida a ellos, lo mismo que los complots de 1821 y 1822, con sublevaciones militares en ciertas guarniciones de Alsacia, Neuf, Brisah, Belfort.
En 1830 los choques entre carbonarios y masones hizo que los primeros perdiesen gran parte de su poder en favor de los segundos, estableciéndose entonces muchos de ellos en Cataluña, Valencia, Málaga y Madrid.
A mediados de siglo el carbonarismo desaparece prácticamente de Europa.
Su organización se basaba en: reuniones en chozas que agrupadas constituían una república. Asimismo había comunidades más pequeñas llamadas círculos o ventas que podían ser de cuatro clases: particulares, centrales, superiores y supremas. Las primeras contaban con veinte primos y un presidente, un secretario y un diputado. Los diputados de veinte ventas formaban la venta central que a su vez elegía un diputado que les representaba en la venta suprema.
Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.