Juan Calvino, teólogo francés nacido en Noyón el año 1504, que es junto a Zuinglio y Lutero uno de los tres reformadores más importantes del cristianismo del siglo XVI de los que emanará otra forma de ver la figura de Cristo y la confesión cristiana diferente a la de la Iglesia de Roma.
Tras estudiar derecho en París viajó a Basilea donde publicó el año 1536 su célebre obra Institución de la religión cristiana"; Ferrara, Ginebra, Estrasburgo y de nuevo Ginebra, donde falleció el año 1564.
Calvino representa el polo opuesto al pensamiento de Lutero, ya que no fue como éste un monje inspirado en el misticismo medieval, sino un jurista inspirado en el estudio de lenguas antiguas que se había formado en la concepción humanista. Posiblemente por ello odiaba a noción de libertad y se enfrentaba al planteamiento luterano de libre albedrío.
Su búsqueda de la Biblia se basaba en el deseo de encontrar al Dios de los justos y no al de los profetas.
Mientras duraron sus estudios de derecho se creyó luterano, pero conforme entraba más en el racionalismo, se apartó de Lutero creando sus propia doctrina reformista.
El año 1536 se unió a los ginebrinos cuando éstos se sublevaron contra el poder de la Iglesia llegando a ser jefe de Ginebra por espacio de dos años, hasta que fue expulsado de la ciudad.
Regresó en 1541 a petición de algunos notables, comportándose como un verdadero déspota. De esta etapa se pueden resaltar la muerte de Miguel Servet y multitud de hechos desagradables. Falleció en Ginebra el año 1564.
Creador de una propia doctrina, calvinismo, como adaptación del racionalismo al misticismo medieval, dota a la Reforma de los elementos ecuménico y doctrinal que apuntala la concepción política y social que ésta poseía con Lutero. Se basa en la institucionalización de la predestinación. Dios vivió en la eternidad los destinos del mundo, de cada individuo, por lo que no ha dejado a nadie la libertad de salvarse o condenarse. Es el propio Dios quien ha elegido ya a los que serán rescatados del pecado original. La salvación constituye, por tanto, una gloria tan grande que ante la debilidad humana, vil y repugnante, es imposible la exigencia de un paso entre una y otra.
Ahora bien, como el hombre no puede obrar para alcanzar su salvación, será preciso que sea Dios quien obre por cuenta de aquel. El Dios de Calvino es un "dios amor" para aquellos que están cerca de él, pero es un "dios implacable' contra los no elegidos.
Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.