Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.
La medición del tiempo anual se ajusta en todas las religiones prácticamente a los doce meses y a los 365 días, en función de los ciclos lunares y solares.
No obstante hay algunas religiones con las que se ha integrado más profundamente la medida anual de tiempo dándosele una interpretación muy particular.
MES HEBREO
Entre los judíos los meses vienen dados por la Luna, mientras que los años lo hacen por el ciclo solar. El año comienza con el mes de Tishri (septiembre occidental), ya que la Pascua debe celebrarse, de acuerdo con las Sagradas Escrituras, siempre en primavera.
Por su parte el calendario musulmán es lunar, dividido en doce meses que rotan su lugar para volver al primitivo en 33 años según ordena El Corán, de ellos cuatro son considerados sagrados: du-l-qa'aada, du-l-hyya, almuharram y rayab. Cuenta con ciclos de 30 años que comprenden 19 años comunes de 354 días y once años bisiestos de 355 días. Los meses son alternos de 29 y 30 días. Los meses que integran actualmente el año musulmán fueron compuestos en tiempo de Kitab bnu Murra, uno de los bisabuelos de Mahoma.
Corán (9;36-37):
"Por cierto, que para Dios, el número de meses es de doce, como reza el Libro divino, desde el día que El creó los cielos y la tierra. Cuatro de ellos son sagrados; tal es el cómputo exacto. Durante estos meses no os condenéis profanándolos; mas, combatid unánimamente, a los idólatras tal como ellos os combaten; y sabed que Dios está con los timoratos".
"Por cierto que el diferir un mes sagrado es un exceso de incredulidad con que son desviados los incrédulos; porque, lo permiten por un año y lo prohíben por otro, para hacer concordar el número de meses consagrados por Dios, de manera que hacen licito lo que Dios ha vedado. Sus malas acciones les fueron aluciadas; pero, Dios no ilumina a los incrédulos.
Ciclos o series de representaciones figurativas en donde vemos los meses del año, por ejemplo con los signos zodiacales correspondientes y las faenas agrícolas típicas, las diversiones de los aristócratas, etc., con lo que proporcionan información sobre los usos y costumbres de la época a que pertenecen.
Los primeros aparecieron en suelos de mosaico hacia finales de la Antigüedad grecorromana, para convertirse luego en tema decorativo importante de los libros de horas, de los programas icónicos de las Iglesias y de los almanaques populares (calendarios del campesino).
En los calendarios medievales las figuras de los meses y las que simbolizan los signos del Zodiaco remiten al ciclo anual y al tiempo que huye irremisiblemente dada la brevedad de la vida humana a ojos de Cristo, el Seños del tiempo y de la eternidad.