Movimiento sectario musulmán que heredó la problemática mutazili integrando en su doctrina sus cinco grandes principios: los atributos de Alá no tienen existencia formal, forman una sola cosa con la esencia divina y no se distinguen de ella en absoluto; el hombre tiene un poder, una voluntad libre que le permite ser creador de sus actos; el musulmán que comete una falta grave se encuentra en un estado intermedio entre el fiel y el infiel; la propia facultad que posee el hombre de elegir su destino hace que tanto la recompensa eterna como el castigo eterno sean irrevocables; y, por último, para ser condenado hay que conocer la ley en sus dos fuentes: la razón y la revelación. Asimismo rechazaban el Corán creado y el hombre como creador de sus actos.
El Asarismo se constituyó en escuela bajo los buyíes y se desarrolló en simbiosis con la mística, a veces incluso esotérica. Contó a lo largo del siglo IX con destacados filósofos como Abu Bakr al Baquillani, autor de un tratado dogmático, "Kitab al-tambid"; Abu Mansur alBagdadi, que realizó una síntesis del Asarismo en su obra "Kitab usul aldin"; Abu Bakr al Bayhaqui, que intentó reconciliar el Asarismo con el Hambalismo con un tratado sobre nombres y atributos divinos, "Kitab al-asma wa-l-sifat", y por último, Abul Qasim al-Qusayri, que busca afinidades entre el Sufismo y el Asarismo. El movimiento asarita conoció su mayor esplendor bajo los salyuquíes, y sobre todo gracias a la labor teológica de Abu Hamid al Gazzali, que enseñó en Bagdad, aunque su mayor repercusión fue su propia vida mística que le llevó a considerar en sus meditaciones que el recurso de la dialéctica es insuficiente si no se apoya en opciones de fe fundadas en la revelación, cuyo desarrollo y defensa constituyen la misión fundamental de la teología dogmática. A pesar de la feroz oposición del Hambalismo, el Asarismo gozó de gran éxito hasta comienzos del siglo XVI.
Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.