AROMATERAPIA

Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.

Se ha llama así a la nueva terapia de la curación mediante los aromas, inspirada en antigüas tradiciones.

AROMATERAPIA

La aromaterapia ha estado presente en todas las civilizaciones del mundo antiguo, desde Mesopotamia y Egipto hasta Grecia y Roma, donde su valor fue equivalente al del oro y las piedras preciosas. Basta pensar en la magia de capturar un aroma, perpetuarlo y ungir nuestro cuerpo con el. Su aplicación es a través de aceites esenciales o esencias aromáticas naturales con el objeto de lograr el bienestar y la prevención de enfermedades que afectan a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Ya que se volatilizan a temperatura ambiente, los aceites esenciales actúan estimulando intensamente el olfato, el cual es 200 veces más fuerte que el gusto. Su extracción se realiza a través de la destilación y del prensado en frío, por lo que su concentración es extremadamente elevada; por ejemplo, se requieren cinco toneladas de pétalos de rosa para producir 1 litro de aceite esencial de esta flor, o bien una tonelada de jazmín por cada litro. Las propiedades físicas de los aceites esenciales son su volatilidad y su difusión. En general, si se dejan en contacto con el aire se evaporan completamente. En 1800, un perfumista francés, clasificó las esencias en base a la escala de notas, tomando como referencia el pentagrama musical: alta, media y baja. La nota alta es la más rápida en evaporar, tiene un efecto inmediato sobre el cuerpo, el alma y el espíritu y la baja tiene un efecto relajante, al perdurar por más tiempo. Las propiedades químicas de los aceites esenciales van de acuerdo a la presencia de los principios activos, como son los alcoholes que tienen propiedades antisépticas y tonificantes; los aleidos que tienen propiedades sedantes y antisépticas; los ésteres con propiedades fungicidas y sedantes; las cetonas, que ayudan a equilibrar la secreción mucosa; los terpenos, que tienen propiedades antinflamatorias y antisépticas. Por lo tanto, los aceites esenciales tienen algunas de las siguientes propiedades terapéuticas: antisépticas, antibacterianas, diuréticas, antiespasmódicas, sedantes, tonificantes, reequilibrantes, depurativas, antirreumáticas y afrodisíacas, entre otras. La efectividad de los aceites esenciales se debe a que por vía cutánea su absorción es excelente y a través del sistema linfático, llegan a todos los órganos. Mediante inhalaciones, primero logran un efecto en las células nerviosas que preceden al olfato y a través de la respiración llegan a la sangre y a los órganos. Los aceites esenciales para su debida conservación deben almacenarse en frascos de cristal de color ámbar, debido a su sensibilidad a la temperatura y a la luz. Nunca deben dejarse al alcance de los niños. NOTA: Siempre debemos acudir al médico.