En casi todos los países cristianos existe la costumbre de exponer un árbol (una conífera) decorado con velas y otros adornos. Aunque no se generalizó hasta S. XIX, su origen se atribuye a celebraciones paganas coincidentes con el comienzo del invierno (25 Diciembre al 6 Enero), periodo durante el cual se termina en particular las asechanzas de los espíritus malignos para defenderse de ellas colgaban ramas verdes en el interior de las viviendas y encendían lámparas.-
Para el cristianismo, el árbol navideño remite al verdadero árbol de la vida que es Cristo; las luces simbolizan la "Luz del mundo" que nació en Belén, y las manzanas con que muchas veces suele adornarse (envueltas en papeles de colores o simbolizadas a su vez por bolas de vidrio) remiten al árbol edénico de la ciencia, y por consiguiente al pecado original del que nos redimió Jesucristo, en cuyo sentido el árbol representa así mismo la promesa del futuro retorno al Paraíso.
El árbol es uno de los símbolos más ricos en significados: Puede representar lo ascendente o asumir la función de vigía, o señalar la demarcación de un santuario; como árbol de la vida o de sacrificio, o cósmico o inverso, aludirá al vínculo entre los cielos y la tierra, entre los microcosmos y el macrocosmos; en toda época y todo lugar, el culto a los árboles, por ejemplo la creencia en árboles sagrados, equivale a reconocer la fuerza vital de la vegetación o bien a considerarlos sede y símbolo de las divinidades misma, o de ciertos númenes poderosos.
Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.