Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.
Resina fósil de coníferas, de color amarillo, muy popular desde la antigüedad para la elaboración de amuletos, adornos y fármacos. La exudación de diversas savias, que constituye la composición del llamado ámbar, es una sustancia muy interesante sobre el planeta, pues sirve para polarizar el magnetismo curativo con el que contacta, o que contacta con ella. Como el topacio y la magnetita, esta hermosa "joya húmeda", por sus peculiares orígenes de materia vegetal orgánica mineralizada y fosilizada, es clave para la estabilidad de la tierra. Actúa como base y ancla que ayuda a mantener el eje de la Tierra.
Si trabaja conscientemente con los campos de fuerza positivos y negativos, el ámbar armoniza el principio ying - yang, los elementos masculinos - femeninos que forman el alma cuando se separa de su naturaleza divina al descender la materia de la manifestación terrestre para el ciclo de duración física llamada vida. Los helechos, flores e insectos, que se encuentran a menudo como inclusiones dentro de este material, añaden su propia pátina de frecuencia, y es una adición más que una negación, por causa de la alteración de la estructura molecular. Eso es lo mismo que cuando la madera altera toda su esencia por haberse petrificado o mineralizado. La influencia ininterrumpida de formas de vida que quedan atrapadas dentro de la savia que es el ámbar fundido antes de endurecerse, se convierte en un monumento vivo al impulso eléctrico y al factor "milagro" siempre presente en el mundo de la ensoñación y deseo de las imágenes mentales del hombre. Este es un motivo de que la humanidad alabe a los que tienen esas características adicionales. El ámbar, con o sin formas arcaicas de vida atrapadas, actuará eficazmente sobre las longitudes de onda electromagnéticas que emanan de las distintas células cerebrales individuales y de los centros del cuerpo etérico y físico. Esto tiene una conexión directa con el sistema endocrino, que ayuda a estabilizar el bazo, el corazón y la base de los centros de la columna vertebral, lo que a su vez lleva a la apertura de los canales y la correcta ascensión del fuego - serpiente.
Por lo que respecta a la eficacia del diferente espectro de color de esta substancia, el más alto flujo magnético emana d los tonos claros de la miel, el dorado y el rojizo. Los colores más sólidos y opacos apenas hacen algo más que curar los centros físicos pues no están tan cargados con la claridad de la luz.
Los griegos dedicaban esta resina fósil de color amarillento al dios Apolo, en su versión solar. Los chinos, por su parte, tallaban en ámbar pequeñas figuras zoomórficas con las que pretendían asegurar la fecundidad de las mujeres. A lo largo de toda la Edad Media el ámbar fue muy utilizado, especialmente en la elaboración no sólo de pócimas mágicas sino también en diversa clase de ungüentos medicinales.