Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.
Piedra muy apreciada desde la Antigüedad como talismán y afrodisíaco, protege contra las tempestades, las mordeduras de serpiente y mal de ojo. Usada según el Physiologus, por los pescadores de perlas de un hilo; el ágata busca la perla e indica su situación, de ahí que se la compare con Juan Bautista, que nos señaló la peral espiritual con sus palabras "he aquí el cordero de Dios... "
Existe el Ágata Fuego y el Ágata coralina, cada una con diversas propiedades. Por ejemplo el Ágata coralina; Esta forma del cuarzo, plenamente evolucionada, es un tipo muy raro de gema que conlleva una vibración muy similar a la del rubí, gránate y las formas más anaranjadas de la turmalina. Esta piedra es única en la familia de las ágatas, especialmente cuando es profunda y clara, pues sus propiedades son electromagnéticas; y si esta sintonizada y en armonía con las energías radiantes del individuo que las lleva, resulta tan poderosa y energizante como las gemas más buscadas por el hombre, por sus supuestos poderes.
El Ágata Coralina puede profundizar los poderes de la concentración y alberga la capacidad mental, para quien se siente atraído en esa dirección, de reciclar la experiencia de las vidas pasadas, utilizándolas como recordatorio del estado del alma y de cuáles son sus tareas y lecciones presentes.
Piedra de propiedades curativas, a la que se atribuye la facultad de vigorizar el corazón. También se la creyó eficaz contra la mordedura de serpientes y, muy especialmente, contra la peste. Renombrados personajes de la Edad Media y Moderna sintieron especial predilección por esta piedra. El ágata no solamente era un talismán curativo sino también protector. En la gemoterapia moderna se emplea esta piedra porque actúa positivamente sobre ciertos chakras.