En los últimos años se han adelantado progresivamente los procesos de admisión para los establecimientos educacionales del año venidero. Ya en Abril (a sólo dos meses del comienzo de clases) aparecen las primeras postulaciones. Por un lado están las postulaciones de los niños que se incorporan por primera vez a la enseñanza sistemática, y por otro lado aquellos que por alguna razón están iniciando un proceso de cambio de colegio.
Respecto al primer caso, los padres deben tener presente que el hijo pre-escolar no logrará dimensionar la trascendencia de la postulación. Las acciones que se realicen (visitar posibles colegios, exámenes de admisión) no debiesen representar un estrés para el niño. Las actividades de evaluación debiesen ser presentadas de modo tal que se facilite el despliegue de los recursos y aprendizajes previos, entendiendo que el niño se encuentra en un lugar desconocido y frente a personas nuevas. Lo anterior sí podría generarle un estrés en términos de sentirse inseguro o atemorizado, con lo cual el mediador debiese proveer un ambiente lúdico, contenedor y cálido. Es importante que los padres también le den este carácter a las distintas etapas del proceso, no trasmitiéndole la carga emocional que significa este cambio para ellos.
Respecto a la posibilidad de cambio de colegio, se sugiere en primer lugar que los padres conversen con su hijo sobre su actual colegio y la eventualidad de un cambio, ya sea que este provenga de las necesidades del niño o de los padres. Se sugiere preguntarle cómo se siente él en el colegio al que asiste, qué es lo que más le gusta, qué es lo que más le disgusta, qué extrañaría, en qué sentido un cambio sería algo que él evalúe como positivo.
Los padres deben evaluar los aspectos positivos y negativos de la posibilidad de cambio. En otras palabras, qué los lleva a pensar que un cambio de establecimiento educacional resultaría beneficioso o necesario. La decisión final recae en el análisis que ellos realizan, en consideración de lo que su hijo le ha comunicado.
Una vez que los padres han tomado la decisión, resulta fundamental contarle a su hijo los motivos e intenciones, no a modo de justificación, sino más bien para que se sienta parte de un proceso que lo involucra directamente y se favorezca una mejor comprensión en su hijo respecto a qué los ha llevado a optar por un cambio de colegio. Cuando el cambio escapase a los deseos del hijo, puede enfatizar nuevamente en que se ha considerado su opinión, pero que como padre ha debido tomar en consideración otros antecedentes relevantes, pero que comprende su malestar.
Por otra parte muchos niños o adolescentes desean secretamente cambiarse de colegio, pero no lo manifiestan claramente pues no creen que serán escuchados o que exista la posibilidad real de que se de un cambio. En este sentido, ayuda que los padres les pregunten a sus hijos cómo se sienten en el colegio actual, cuán cómodos se sienten con sus compañeros y profesores, qué les gustaría que cambiara. En la medida que se abran espacios de comunicación respecto a este tema, los padres pueden evaluar situaciones que estén afectándolos.
Una vez que se comiencen los exámenes de postulación, se sugiere centrarse en los aspectos positivos o logros que ha alcanzado. El objetivo es trasmitirle seguridad y confianza. En caso de que no se logre el ingreso al colegio al que postula, es importante apoyarlo y realizar un análisis del proceso, identificando las fortalezas y debilidades que pudieron intervenir en dichos resultados.
Universidad de Chile
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