Para aprender Feng Shui, debemos empezar por sus fundamentos, que son los conceptos del Chi, el Yin y el Yang y los 5 Elementos.
"El conocimiento del origen primero es, la esencia del Camino" Tao Te Ching, Lao Tsé.
El Chi es la fuerza vital, la fuerza de vida, el "prana" para los hindúes, el "Ruach" para los hebreos, el Ki para los japoneses. Es lo que fuerza que anima a todos los seres vivos. Para entender mejor este concepto nos basaremos en la acupuntura, todos hemos visto alguna vez un dibujo del cuerpo humano con sus meridianos, esos son los caminos por donde el Chi recorre nuestro cuerpo. Si él se estanca o acelera en uno de nuestros órganos, viene la enfermedad. Pues bien, nuestra casa también es recorrida por corrientes de Chi y también puede acelerarse o estancarse a través de nuestras habitaciones, pasillos, puertas y ventanas. Mucho antes del descubrimiento de los campos magnéticos y las líneas de fuerza de la física, los maestros de Feng Shui habían descubierto corrientes de energía invisibles llamada Chi y Sha. El Sheng Chi es el chi que nutre y alimenta. El Sha Chi es el chi que destruye y debilita.
El Yin y el Yang son las dos fuerzas opuestas y complementarias que rigen el Universo. Las vemos presentes en todo lo que nos rodea. El Yin es lo femenino, la luna, lo oscuro, lo blando, lo receptivo, lo pasivo, lo descendente. El Yang es lo masculino, el sol, lo luminoso, lo duro, lo creativo, lo activo, lo ascendente. La una crea la otra, la una no existe sin la otra, cuando la noche alcanza su momento más oscuro, comienza a declinar hacia el día. Nada existe independientemente, nada es absolutamente yin o absolutamente yang, el universo está en permanente transformación. En una casa hay formas y lugares Yin y otros Yang. La sala, un lugar social, generalmente con grandes ventanas, mucha luz, movimiento y ruido es Yang. El dormitorio es yin, es para el reposo, no necesita grandes ventanales, todo lo contrario, debe protegernos del ruido exterior, para que cumpla su misión de ser un espacio de intimidad y reposo. El secreto de una larga vida es comprender el yin y el Yang en todas las situaciones y respetar ese balance natural.
Entre el Yin y el Yang existen 5 fases o cualidades de energía llamadas en chino Wu Hsing, comúnmente en occidente se conocen como los Cinco Elementos. Aunque la palabra "elementos" la adoptamos de los 4 elementos de los filósofos griegos y no sería la más correcta. Estos cinco tipos de energía tienen igualmente nombres muy simples: Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua. Cada uno de ellos tiene sus propias cualidades y se relacionan con un color, forma, estación, dirección cardinal, etc. Los cinco elementos están presentes en nuestro hogar, el Fuego es la cocina, las velas, las formas triangulares, el color rojo. La Tierra son las cerámicas, esculturas de piedra, cristales, las formas cuadradas, los tonos amarillos. La Madera son las plantas y flores vivas, las formas columnares, el color verde. El Metal son las esculturas de metal, los carillones, las formas circulares, el color blanco o dorado o plateado. El Agua son los acuarios, fuentes de agua, las formas asimétricas, el color negro y azul oscuro. Los Cinco elementos están relacionados entre sí a través de tres ciclos, el ciclo Generativo, el ciclo de Control y el ciclo de Debilitamiento. Hay una inmensa sabiduría en la comprensión de estos ciclos, su aplicación en el Feng Shui es fundamental, ya que las verdaderas "curas" vienen del manejo de estas cinco energías.
El estudio de estos principios nos ayudará en la comprensión del pensamiento chino y su manera de ordenar el Universo. Todo esto está simbolizado en un octógono con ocho trigramas, el Pakua. Y todo esto tiene sus raíces en el I Ching, el libro de las Mutaciones, el libro sagrado de la sabiduría china.